ponerle (2)

(continuación de < ponerle (1) >)

Pero hay incluso otro asunto importante en este "le estás poniendo mucho!"

Acá en la región chilena se dice: "le estás dando color!", que también apunta que te estás sobre-esforzando o sobre-exigiendo pero además se usa para quien presenta un sutil engreimiento.

El error es (y este es un problema difícil de ver en uno mismo) enfrentarse a la práctica con una actitud predeterminada de "creerse" un meditador serio, hábil, experimentado, etc. O con el deseo/esperanza/fantasía de serlo. Muchas veces esta actitud nace sin querer y solo por el inocente anhelo de querer ser eso que queremos llegar a ser "ahora ya!", de inmediato y sin pasar por el proceso que ello hipotéticamente conllevaría.

Digo hipotéticamente porque ésta es solo una proyección errada, ya que el meditador — sea un novato o uno avanzado — debe siempre abandonar la idea de ser "serio, hábil, experimentado" y siempre adoptar una actitud de humildad ante la tarea que tiene en frente.

Bhante Vimalaramsi en estos casos aconsejaba: "you are being too serious" ("te estas poniendo muy serio") "lighten up a little bit" ("aliviana un poquito"). Y es que estamos ante una disciplina que demanda de nosotros plena humildad — además de una curiosidad y capacidad de asombro inextinguibles — y también el abandono de la rigidez que entendemos por seriedad, para abrazar la cualidad del relajo y la alegría inherentes al juego.

Como siempre, tiene razón.

El abandono de este raro pero no poco común tipo de mal-esfuerzo y la adopción de la actitud ya descrita llevan por buen sendero.






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ponerle (1)

(ver también < ponerle (2) >)

"You are trying too hard!" era la usual respuesta de < Bhante Vimalaramsi > a los nuevos practicantes de meditación  (o no tan nuevos — uno siempre olvida este detalle) que pedían consejo ante sus problemas al meditar: dolores de cabeza, tensión en el rostro, mal entender las instrucciones, o simplemente no saber cuál es el modo correcto de actuar ante el torbellino de pensamientos y sensaciones.

Y acá en la región chilena eso significaría algo como "le estás poniendo mucho!" (es decir, que te estás sobre-esforzando y sobre-exigiendo, y te estás obsesionado con "lograrlo" y "lo antes posible")

Y es que lo difícil de comprender, es que el tipo de esfuerzo requerido en la práctica es:
1. Un tipo especial de esfuerzo; y
2. Una cantidad "exacta" de esfuerzo.

Es un tipo especial de esfuerzo puesto que es una especie de esfuerzo por dejar de esforzarse. O bien: se trata de dejar progresivamente de controlar la experiencia (*), haciendo el ejercicio de suponer que ahora la vemos desde la óptica de abandonar la idea de que todo lo que está ocurriendo en tí te ocurre a tí; la idea de que eso "es tuyo" — o incluso — "tú mismo" (y esto puede llevar un tiempo aprenderlo pues somos maestros del control obsesivo de lo que "nos pasa").

Y es además una cantidad "exacta" de esfuerzo puesto que la inversión de energía en el acto de meditar se comporta similar a una < balanza >. Pones un poquito de más y la balanza se carga hacia un lado. Pones un poquito de menos y se carga hacia el otro. Así mismo, pones mucho esfuerzo y puedes pasar directo a la turbulencia mental y tensión corporal. Pones muy poco esfuerzo y puedes pasar directo a la ensoñación e incluso al letargo y somnolencia.

Una vez que encuentras aquel tipo especial de esfuerzo, el asunto se vuelve entonces un juego de equilibrio cada vez más milimétrico.

Eso es lo difícil, pero a la vez lo bonito e interesante.

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(*) Entiéndase por "experiencia" aquí, toda la actividad corporal y mental que está surgiendo y pasando a cada instante (piénsese en todo tipo de sensaciones, tensiones y actividades unas más distinguibles que otras, y a veces no muy distinguibles entre si son corporales o mentales, o ambas.)




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