Primero un gran preámbulo, para una pequeña pero importante conclusión.
GRAN PREÁMBULO
BJ Fogg es un investigador de la conducta humana y director del — sugestivamente llamado — Persuasion Labs de Standford. Pero, dichos estudios, aparte de tener a medio mundo habituados a conductas repetitivas de consumo (sobre todo de redes sociales, etc.), él los comparte libremente en < tinyhabits.com > [si es que no es otro gran experimento] para enseñar a las personas a introducir primero 3 pequeñísimos hábitos muy gradualmente, pero con gran éxito a largo plazo.
¿Cómo funciona?
Primero: Recordemos que detrás hay todo un estudio del condicionamiento de la conducta que a la larga se torna en hábitos. O sea, introducimos nuevos hábitos muy a lo Pavlov.
Segundo: Recordemos que en realidad todos los hábitos que ya tenemos los hemos adquirido de la misma manera (pensemos en cosas muy simples como: cómo nos abrochamos siempre los zapatos, o dónde ponemos siempre la fruta en el refrigerador, etc.)
El truco es:
#1 Que el acto sea pequeñísimo
#2 Que se ubique justo después de un hábito ya establecido
#3 Hazlo cada día y felicítate por raro que parezca (y si el acto resulta ser muy difícil, hazlo aún más pequeño)
Por ejemplo: "quiero habituarme a limpiar mis dientes con hilo dental"
Entonces: Justo después de lavarme los dientes (#2) me limpiaré UN diente (#1)
Y eso es todo.
O: "quiero hacer abdominales todas las mañanas"
Entonces: Justo después de vestirme (#2) haré UN abdominal (#1)
Y el resultado es comprobado: si el acto es ridículamente fácil (no implica dificultad ni dolor alguno, y ni siquiera tiempo), y está asociado a algo que ya siempre hago, y luego siento la satisfacción de haberlo logrado (pues así es fácil de "ganar" siempre) el hábito ingresará casi por sí solo a nuestra conducta. Tanto así que en unos días ya ni siquiera pensarás en ello y cuerpo-y-mente irán casi automáticamente al acto: "después de esto, hago esto" (que es ridículamente fácil y rápido). Y tanto más así que el acto irá creciendo también por sí solo conviertiéndose gradualmente en un hábito con sólidas raíces y en constante desarrollo.
(Y si lo pensamos bien, así es como también hemos adoptado nuestros malos hábitos)
Por otra parte, en otro ámbito de sus investigaciones (que usa para entrenar a "emprendedores de negocios"), señala que para que llevemos a cabo un acto, no importa cuál, siempre, siempre, siempre deben cumplirse tres condiciones simultáneamente:
#1 Debe haber algo que gatille el acto
#2 Debe estar presente la posibilidad de efectuarlo
#3 Debe haber motivación para efectuarlo
Por ejemplo: suena el teléfono celular (#1) y lo tengo a mano (#2) y quiero contestarle a esa persona que llama (#3)
Si uno de estos no se presenta, entonces no efectuamos el acto: si no suena, obviamente, si no lo tengo a mano, o si no me motiva contestar.
PEQUEÑA PERO IMPORTANTE CONCLUSIÓN
Es por estas mismas razones que el ejercicio de < meditación (4) (5) (6) > del que nos ocupamos en este blog es como es: simple y pequeño (pero a la larga poderoso)
"Hay tensión [intracraneal principalmente] (gatillo), puedo soltar, relajar la tensión, sonreír serenamente y traer un estado mental-corporal agradable que habitar, todo en un solo fluir (posibilidad), y entonces sentiré un alivio agradable (motivación)"
"Y si todo ese acto [soltar, relajar, sonreír serenamente y traer un estado mental-corporal agradable que habitar, todo en un solo fluir] lo reduzco a uno ridículamente pequeño y fácil (#1) : < sonreír (1) (2) (3) > , y justo después de la tensión causada por la reacción emocional habitual (#2) lo hago y siento y habito la satisfacción de ese pequeño logro (#3)...
... entonces estoy creando un nuevo hábito en mi experiencia interior con sólidas raíces y en constante desarrollo."
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