ruido

Una vez, en el monasterio del gran maestro de la tradición tailandesa del bosque, Ajahn Chah, se escuchaban ruidos de fiesta de las aldeas circundantes que no dejaban meditar a sus pupilos, quienes habitaban el monasterio. Así que estos fueron donde el maestro y le contaron que los ruidos estaban perturbando su práctica de meditación.

Ajahn Chah respondió: "No es que el ruido les perturbe a ustedes, son ustedes los que perturban al ruido!"


Muchas veces nos encontramos con este tipo de frases aparentemente enigmáticas, llenas de una sabiduría impalpable, inalcanzable; fenómeno que encontramos exacerbado en el Zen-adoptado-por-moda, donde se da a raudales (y también en otros casos). Pero en este caso no es que se trate de una expresión cuasi-poética o algo por el estilo por parte de Ajahn Chah. Está  señalando cómo realmente es el fenómeno.

Es la atención de la mente la que "va" a "inmiscuirse" con tal o cual estímulo [en este caso un ruido]. Y entonces nos agarramos de ese estímulo y lo hacemos "parte de mí"; "algo que me molesta a mí." Así es el fenómeno en realidad!

Y su origen es nuestra incontrolada (o des-sosegada) reacción emocional impulsiva ante ese estímulo  (nacida a partir de la habitual actividad mental turbulenta). El "me gusta" o "no me gusta" instantáneos, y el intento inconciente de control para que las cosas sean "como yo quiero que sean": es decir donde se entromete la personalización, el "yo"—"quiero".  Entra en juego un intruso que no estamos viendo.

Pero la cosa es que sin haber experimentado algún estado con cierto grado de ecuanimidad como los descritos en  < Las profundidades de la mente >, sólo podemos imaginar lo que Ajahn Chah está diciendo y hacernos una idea que hasta podríamos precipitadamente y al instante aceptar como cierta. Y hasta podría alguien que no lo ha experimentado asentir con la cabeza y decir "qué cierto!" (otro fenómeno muy frecuente)

Pero esa aceptación del hecho no es distinta a aseverar sin haber experimentado, sin haber estado ahí o sin haber "probado" antes por ejemplo: "la chirimoya mezclada con naranja es exquisita!", o "el mar en tal país es tibio",  o "Nueva York es una ciudad muy cosmopolita", etc.

Sin haberlas experimentado, estas son cosas que adoptamos como ciertas por que nos las contaron. Para ser más fieles a la verdad, sería mejor decir: "dicen que la chirimoya blablabla". "Dicen que".

Por eso es importante no aceptar estas cosas con antelación, o asentir porque "es bueno" asentir ante este tipo de cosas. Lo importante es comprobarlo. "Probar la fruta", "meterse al mar", "ir a Nueva York".

Sólo al estar en China podrías decir: "estar en China se siente así o asá", porque si has estado ahí, sabes lo que se siente estar ahí. De igual manera, solo con haber estado uno mismo en alguno de los Jhanas es que uno puede aseverar basado en la propia experiencia directa algo parecido a:  "No es que el ruido te perturbe a tí, eres tú el que perturba al ruido",

y aceptarlo como cierto.







. ((( - - )))