era tan simple

A veces cuando escribo de estas cosas, sobre todo de "cómo se hace", o "qué se siente" entrar en el mundo mental al que la técnica adecuada da acceso, me olvido de mis propios comienzos (o sea, me olvido de que alguien nuevo en esto tendrá que pasar por un período de ajuste y refinación de su habilidad... y en definitiva sufrirá un poco [ja!, pero no es para tanto: es la misma frustración por la que uno pasa al tratar de aprender algo nuevo]).

Y me olvido porque básicamente todos estos mini-artículos son más bien recuerdos de una "época de gloria" en mi práctica personal que vengo posponiendo sin razón coherente por largo tiempo.

Por ejemplo:  en lo que se refiere al cambio de perspectiva y a cómo es el ejercicio meditativo que describo en las series < sonreír (1)  (2) y (3) > y < tele (1) y (2) > entre otros, olvido que para mí fue todo un proceso descubrir estas cosas, y las comparto porque luego de pasar por ese proceso descubrí también que "oh, era tan fácil y yo lo estaba complicando todo".

Lo que pretendo es que sepas que después de todo el enredo que uno mismo fabrica, todo se simplifica.
Luego es cuestión de jugar. 

De hecho, al comienzo, no podrás ver tu mente con el nivel de detalle que te estoy describiendo. Con suerte tendrás momentos de calma, todo será actividad grosera sin cesar. Y tendrás largos ratos de la misma actividad mental que te es cotidiana: entras en las historias que esa actividad te cuenta y las haces tus historias o historias relacionadas a tí. Pero no desesperes. Simplemente es parte del entrenamiento. Después verás que todo esto valió la pena. Después verás que de a poco has adquirido una nueva habilidad mental. E incluso puede que te lo tomes muy normal, como si no fuera nada especial porque ya olvidaste que antes no tenías esa habilidad; como cuando uno crece y aprende a hablar, te lo tomas de lo más normal y no piensas en que antes no podías hacerlo (y no piensas en la maravilla del aprendizaje humano en general). 

Recordé todo esto porque hace unos días, meditando, me di cuenta que había perdido algunos rasgos de mi habilidad. Aún así, podía ver la actividad impersonalmente; pero lo más curioso era recordar la "plasticidad" que se ve cuando tu nivel de habilidad es más avanzado. La plasticidad de la actividad cuerpo-mente.

Y recordé, "ah, pero esto yo no era capaz de hacerlo al principio!" "Alguien que recién comienza no podrá ver su actividad mental de esta manera, sino una muchísimo más tosca"

Mi mente estaba algo turbulenta, pero caí en cuenta que aún tengo en gran parte la habilidad adquirida en los "días de gloria", y entonces podía ver esa turbulencia bajo la perspectiva correcta (lo cual resultaba muy asombroso). Es como entrar y salir de un hechizo, de una hipnosis, de un sueño. La experiencia mental cotidiana es realmente como un hechizo, como una hipnosis, como un sueño. Y si uno lo piensa bien, es muy raro eso de entrar y salir de ella consecutivamente en una sesión de meditación [y además ver la plasticidad de este proceso!]

En fin... me estoy dando vueltas en detalles... quizás solo para alentarte a probar.

Para mí, no hay nada más interesante y curioso que este fenómeno. La idea de que somos capaces de desenmarañar nuestra propia red constituyente, nuestra propia "Matrix". De que podemos romper ese hechizo tan casi-perfecto que juramos de rodillas que es real.

Pero la intención inicial de este escrito era recalcar que al comienzo no podrás hacer lo que explico con tanta habilidad, ni ver con tanto detalle las actividades mentales desnudas; y por eso creo necesario hacer un llamado a no alarmarse, a tener paciencia, a seguir, a tener confianza, pues lo que viene después es casi como una película. No puedes creer que  los procesos de tu propia mente, que están creando tu "realidad", sean así de tangibles.






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