Ser o no ser, esa no es la cuestión.

Con mucha facilidad y soltura algunos amigos señalan que el Buddha declaró que el sí-mismo o el alma, o una entidad permanente como tal no existe.

E incluso, como el respetado estudioso japonés Akira Hirakawa señala en su libro "Una Historia del Buddhsimo Indio", este sinuoso asunto es uno de los principales por los que el Buddhismo desapareció de India durante un tiempo.

Pero todo esto es una gran confusión, cuya aclaración aún es desconocida para muchos. Pues este — el tema de la existencia/no-existencia del sí-mismo — es uno de los asuntos que el Buddha deja intencionalmente sin contestar e incluso al ser interrogado las hace a un lado y prosigue con lo verdaderamente importante para los cursos de acción que conducen al fin del sufrimiento. Según señala, éste — y otros asuntos como ese — no tienen más que efectos contraproducentes para quien quiere cumplir su entrenamiento a cabalidad.

En definitiva, esas interrogantes que se ocupan de las dicotomías de existencia/no-existencia y ser/no-ser [del individuo, del alma, del universo, etc.], son asuntos que el Buddha no responde pues no tienen solución mediante el uso de la razón, y que por lo demás representan un pantano en el que uno puede entramparse. Son causantes de más proliferaciones mentales sin fin, y por ende no se condicen con la puesta en acción del entrenamiento mental que él enseña.

Pero entonces, ¿por qué sí declara que todos los fenómenos son "anatta"anatman], no-sí-mismo?

Bueno, eso es asunto aparte: El Buddha no declara que el sí mismo no existe. Y tampoco declara que existe. Solo enseña que todos los fenómenos son "anatta", "no sí mismo", o usando mejor una palabra más entendible: impersonales.

Y ¿qué pretende con señalar esto?

Pues bien, lo que pretende no es responder a la pregunta de si una entidad estable existe o no existe. Lo que pretende es enseñar que mediante un modo de percepción específico tú mismo puedes llegar a ver — y sin que nadie te lo cuente — que todos los fenómenos, y por ende todos los fenómenos mentales también, son realmente impersonales. Que aquello que creemos es mi-mismo es en verdad actividad impersonal.

Pretende enseñar que la diferencia entre relacionarse con las actividades mentales como siempre lo hacemos: personalizándolas y dándoles un sentido en el mundo y una historia conforme a la narrativa personal, no conduce al fin del sufrimiento como sí lo hace relacionarse con ellas mediante un modo de percepción directa, sin ese sentido de mundo ni esa narrativa personal, sino que simple y directamente como la actividad impersonal que es; como eventos/fenómenos/procesos que se suceden en la mente, sin personalización alguna de fondo.

Por ejemplo, en el Sabbasava Sutta (extracto adjunto al final), el Buddha hace la diferencia entre estos dos modos de percepción. En el primero, al adoptar el tipo de atención a los fenómenos mentales que fomentan la distracción/deleite de la mente en lo sensual, en la noción de existir, y en la ignorancia (ó respectivamente: lo sensorial, la perspectiva personalizadora, y la incapacidad de ver los fenómenos como realmente son y no como los "coloreamos"), al "entretener" la atención en ese tipo de fenómenos bajo una perspectiva personalizante (haciendo de esos fenómenos algo "mío", que "hago yo", que "me pasa a mí"), surge entonces la noción de un sí mismo y un relacionarnos con nuestro propio proceso como si fuésemos una entidad y no una actividad. Personalizamos un fenómeno/proceso que en verdad es impersonal, y lo hacemos "mí, mío, mi-mismo". Lo cual no termina con la producción de sufrimiento, sino todo lo contrario.

En el segundo, los eventos no solamente se ven sólo como eventos que se presentan impersonalmente y sin añadirles una narrativa detrás, sino que se catalogan bajo el marco de < "las cuatro nobles verdades" >, que no es más que este entrenamiento del modo de percepción fenomenológico radical que ve directamente que aquella actividad que se presenta en el presente inmediato "es 'estrés'" [dukkha], ve que " 'esto' es el originamiento del 'estrés'", que  " 'esto' es el cese del 'estrés'", y que " 'esta' es la manera de actuar que conduce al cese del 'estrés'" [se destacan los 'esto', para indicar que 'esto' quiere decir: "la actividad o el fenómeno que se está presentando ahora" (en la mente) es "tal cosa"]. Esas "cuatro nobles verdades" son una manera de poner en palabras ese acto y entrenamiento de observación/sensación inmediata y directa, y bajo esos términos.

Por lo tanto y nuevamente, la enseñanza de "anatta" [no-sí-mismo] del Buddha, no es una respuesta a una pregunta existencial. Es un modo de entrenamiento que desarrolla la facultad mental que lleva a ver que verdaderamente "todos los fenómenos son impersonales", lo que tendrá efectos liberadores sobre el proceso psicológico que produce sufrimiento.

Adjunto dos extractos de suttas:
a. < Ananda Sutta >, donde el Buddha deja sin contestar esta pregunta y le explica a Ananda su discípulo por qué.
b. < Sabbasava Sutta >, donde el Buddha subraya la importancia de la "atención apropiada"  [yoniso manasikara] y la diferencia radical de sus resultados en la experiencia  en contraste con la atención inapropiada; con la que luego de nacer — y en el intertanto de crecer — aprendimos a vivir, y a la que estamos habituados.  La misma que tú y yo estamos habitando en este mismo instante.







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